El sentido ultimo de la ética consiste en la corrección del egoísmo.
Spencer nos dice que el sentido último de la ética consiste en la corrección del egoísmo. El egoísmo que forjó la lucha de clases e inspiró los más encendidos anatemas del materialismo es al mismo tiempo sujeto último del proceder ético. Corresponde seguramente una actitud ante esa disposición cerrada que produce la sobrestimación de los intereses propios. La enunciación de tal cosa corresponde en la Historia a una sangrienta y dura evolución cuyo fin no podemos decir que se haya alcanzado aún.
El egoísmo de los que todo lo tienen.
Si la felicidad es el objetivo máximo y su maximación una de las finalidades centrales del afán general, se hace visible que unos han hallado medios y recursos para procurársela y que otros no la han poseído nunca. Aquéllos han tratado de retener indefinidamente esa condición privilegiada, y ello ha conducido al desquiciamiento motivado por la acción reivindicativa, no siempre pacifica, de los peor dotados. El egoísmo estaba destinado, acaso por designio providencial, a transformarse en motor de una agitada edad humana.
El egoísmo es la ausencia de otros valores.
Pero el egoísmo es, antes que otra cosa, un valor-negación; es la ausencia de otros valores; es como el frío, que nada significa sino ausencia de todo calor. Combatir el egoísmo no supone una actitud armada frente al vicio, sino más bien una actitud positiva destinada a fortalecer las virtudes contrarias; a sustituirlo por una amplia y generosa visión ética.
Del disfrute privado del bienestar a la difusión de ese disfrute.
Difundir la virtud inherente de la justicia y alcanzar el placer, no sobre el disfrute privado del bienestar, sino por la difusión de ese disfrute, abriendo sus posibilidades a sectores cada vez mayores de la humanidad: he aquí el camino.
*La comunidad Organizada. Juan Domingo Peron. Secretaria Política de la Presidencia de la Nación, Bs As 1974
El libro completo aquí.
Lectura Poesía
Hace 1 mes
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