Creer que Moyano es dueño de los trabajadores es tan
simplista como creer que no lo es. A
pesar de perder el lugar de interlocutor entre el gobierno y los trabajadores,
muestra mantener un poder de fuego y un lugar de representación de ciertas
disconformidades reales, inciertas, ilógicas y hasta contradictorias. Cristina
al decidir restarle peso político, y este al no aceptar el nuevo lugar de
segunda línea, se crea una ruptura que ya todos veíamos venir, en donde Moyano
comienza un camino buscándose posicionar como dueño del Peronismo ilógicamente rompiendo
con el Peronismo.
Quien escribe cree, y
sigue creyendo que Moyano se subió a un caballo como el heredero del
Kichnerismo, pero cuando Nestor le mostraba la zanahoria para que el caballo
siga por donde debía, Cristina lo bajo de un hondazo poniéndolo en el lugar de
segundo que siempre tuvo.
Moyano recorrió un camino de movilizaciones que quedaron muy
lejos de jornadas anteriores (como en la 9 de julio o en River), paros que
gracias al apoyo de los gremios de
transportes fueron visualmente exitosos e intentos electorales con rotundo
fracaso. Hoy juega a lo seguro, paralización como método de protesta y vuelve a
mostrar a pesar de lo que se diga sigue
siendo el líder sindical con mayor convocatoria dentro del movimiento sindical,
logrando la adhesión de la CTA opositora, de Barrionuevo y hasta de los
movimientos de izquierdas como el PO o el MST, todos dentro de “su” convocatoria.
Este lugar al fin de cuentas fue el que siempre tuvo, ni más ni menos. Y queda
demostrado que las grandes convocatorias cuando estaba dentro del armado Kichnerista nunca le pertenecieron como él
quiso creer en ese momento.
Ahora, cuando vemos el sustento del discurso de Moyano,
cuando vemos la razón de ser de los paros, no podemos dejar de observar la
falta de congruencia. Escuchamos
criticar que la asignación por hijo debe ser para todos los trabajadores, sin
entender que aquellos que no la reciben son justamente los que tienen altos
sueldos, escuchar el pedido contra el
impuesto a las ganancias acompañado de las subas de las jubilaciones y criticando
la quita de subsidios es caer en grandes contradicciones. Es el discurso que
por una lado busca pagar menos impuestos y por el otro exige al gobierno inyectar
mas plata a asistencia social y subsidios, y estoy convencido que Moyano sabe
lo inviable que son este combo de pedidos al Estado, lo sabe, pero lo dice
porque su objetivo no es obtener esas reivindicaciones, sino limar y desgastar
para que el Kichnerismo pierda el gobierno.
Y es en este punto donde se entiende que veamos ayer a la izquierda
actuando y haciendo el trabajo sucio
mientras Moyano y demás neoperonistas se veían por todos los medios despegándose
de la izquierda. El tema de las izquierda argentina ya a esta altura daría,
como diría mi abuelo, un capitulo de Fantomas. Escucharlos ayer convencidos de
cómo se apropiaron del paro, de cómo fue una jornada histórica porque 10 tipos
cortaron Callao y Corrientes, de cómo se autoerigen en los verdaderos representantes
de los trabajadores..cuando la verdad es que se tienen que colgar de las tetas
de Moyano porque solos les es imposible, y porque les es imposibles, porque la
realidad es que aun hoy a pesar de encontrarse n caída, Moyano representa más a
los trabajadores que ellos. Durante años despotricaron contra Moyano y su
alianza con Néstor, para al primer giro de vereda de Moyano ellos correr atrás de
él como caniches.
Porque eso es hoy la
izquierda argentina, hoy son los caniches de Moyano.
Moyano cual malabarista hace todo lo que está a su alcance para
mantenerse en la contienda política, niega descender. Cuanta ironía recordar un año atrás a Plaini defendiendo los piquetes y hoy escuchar a
Barrionuevo o Facundo Moyano criticarlos. Ayer eran funcionales hoy son mal
visto, quien los asesora ¿Duran Barba? O ver a Micheli a la derecha de Moyano y
a Barrionuevo a la izquierda, toda una imagen de la realidad que hoy vive el
sindicalismo opositor al Kichnerismo. O sea
son lo mismo, salgamos de la dicotomía derecha-izquierda, son conservadores
porque lo que buscan es que nada cambie, son tan conservadores como la SRA que
los aplaude, como Ma$$a o el radicalismo de Alfonsito, Morales, Cobos y Sand, y
el socialista Binner apoyando la derecha venezolana. Ellos buscan que nada cambie,
y la ultra izquierda queriendo cambiar todo vuelve a subirse al colectica de la
alianza conservadora, cuanta contradicción .
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