Creo que varios votantes que apoyan este proyecto popular y
nacional iniciado con sorpresa por Nestor Kirchner (un gobernador perdido venido
desde la Patagonia) y profundizado por
Cristina Fernández nos encontramos hoy ante la disyuntiva de hasta dando el
proyecto tiene o no continuidad. Y para sorpresa ese debate se da dentro del
movimiento y no por afuera.
Hoy el arco opositor va acomodándose atrás de una nueva
alianza conservadora, hoy el país más que nunca respira el gran debate nacional
que la patria viene sufriendo y desangrando desde su nacimiento. Patria popular
y nacional o Patria oligarca y ¿nacional? En las oposición el lugar ideológico
hace rato fue zanjado. El gran partido nacional que supo ser la UCR, hace años
viene sufriendo una crisis sistémica, que nunca parece tocar fondo, y llega al
día de hoy a encolumnarse tras la candidatura del apolítico Mauricio Macri.
El Peronismo residual se encuentra a la deriva repartiendo
sus migajas entre golpear las puertas del PRO, mantenerse a desgano con el
invento Massa, o volver suplicando al Frente para la Victoria, o sea al
Peronismo.
Vale aclarar que para quien escribe hablar de Kichnerismo,
hablar del Frente para la Victoria, es hablar lisa llanamente y sin vueltas
de Peronismo. Parafraseando al Comandante Chávez, el Kichnerismo es el
Peronismo del siglo XXI.
Cristina dice y demuestra con hechos que no dejara el poder
hasta el último día de su mandado, para broncas e indignaciones de sus enemigos
y opositores. Ella sigue siendo el centro de la escena política, todos, tanto
por dentro del oficialismo, como desde la oposición, corren detrás de ella a la
hora de las definiciones y movimientos políticos. Ella lo sabe y juega sin
dejar que le impongan tiempos y reglas.
Dentro del movimiento todos juegan mientras parecería que
Cristina espera que las fichas se terminen de acomodar, pero todos esperan su
palabra, su decisión, su jugada. Cavilaciones mas, cavilaciones menos, que
vienen de alguien que se encuentra alejando de las mesas chicas donde pasan las
verdaderas decisiones, genera dudas y miedos ver como Scioli se va acomodando
como él candidato. Scioli es parte del proyecto, creo innecesario hoy luego de
12 años acompañando, discutir su pertenencia, pero es la derecha del proyecto.
Y desde esa derecha que ocupa surgen las preguntas, las dudas, él es el que va a profundizar, él es el que
va a defender la bandera de los derechos humanos, él es el que va a plantarse
con Cristina contra los fondos buitres, él es el que mantendrá la disputa
contra el grupo clarín por la plena aplicación de la ley de medios, él es el
que impulsara lo que falta.
¿Creo que a varios les debe volar la misma pregunta que a
mí, él nos garantica la continuidad y profundización del modelo nacional y
popular, o solo nos garantiza ganar las próximas elecciones nacionales?
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