viernes, 1 de mayo de 2015

EN MEMORIA DE LOS TRABAJADORES QUE LES QUITARON EL DERECHO A JUGAR

viernes, 1 de mayo de 2015

Hoy primero de mayo, día del trabajador, lo quiero dedicar a la memoria de aquellos mártires (vivos y muertos) que deberían estar jugando a soñar y no trabajar. Este poema dedicado a Ezequiel Ferreyra esta también dedicados a todos los niños del mundo que trabajan y mueren bajo la dominación de un mundo cruel e injusto.

Uñas partidas

a Ezequiel Ferreyra

Sus dedos
debían sostener inocencias
                                   / risas
y no estar llenos de tierra,
sus ojos
perdieron su brillo
mientras le vaciaron la esperanza,
vivió descalzo
e invisible al mundo,
fue una hoja en blanco
y ahora marchita en l calle, la pisotean.

Lo robaron
le quitaron
lo olvidaron tirado,
y solo le dieron el lugar
de una cotidiana crónica

que se esfumo con el diario de ayer.

autor: Pablo Campos

2 comentarios:

jfc dijo...

muy bueno el post
en cuba con el 1º de mayo se reitera la conviccion de patria grande
https://tenacarlos.wordpress.com/2015/05/01/pueblo-cubano-muestra-su-solidaridad-inquebrantable-con-venezuela/

Tilo, 74 años dijo...

Muchos tratan de sacar ventajas o de especular o de ganar un mango más. Pueden hacerlo a su propio riesgo o a costa del esfuerzo, sacrificio, explotación y sufrimiento de los demás. También pueden involucrar a niños. Esos dislates de ganar guita no importa a qué costo (ajeno), al no encontrar límites por parte de las autoridades que se constituyen en cómplices de esos abusos, deberían merecer varias marchas de ciudadanos indignados y coléricos con cartelitos "Yo soy un explotado invisible", además del repudio hacia un gobierno que, en lugar de combatir esas operaciones, se beneficia con esa trata de personas.
Quienes hacen oidos sordos a esta inicuo aprovechamiento de la necesidad ajena traducido en grandes beneficios para las "marcas prestigiosas", también denuestan a los pobres hermanos latinoamericanos que son esclavizados realizando infames tareas que ninguno de esos indignados estaría jamás dispuesto a efectuar.
Ello no obstante, se consideran buena gente cuando en realidad son hipócritas sin verguenza ni dignidad.

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