Como por arte de magia
primero se borraron los edificios altos
luego los mas pequeños,
siguieron las casas
y para el final
fueron las calles.
Solo quedaron pequeñas plazas aisladas
y mucho vacío,
la gente mareada
nado desesperadamente
y las plazas
Se llenaron de vida.
Un día la ciudad desapareció
y las plazas
aliviadas respiraron.
Pablo Campos
1 comentarios:
Me encantó este poema Pablo!
Me emocionó demasiado, me hace acoradr a cuando tenía mucho tiempo para escribir.
un abrazo grande y fuerte!
Juan
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