jueves, 13 de febrero de 2014

Una aproximación a las causas del vaciamiento cultural del neoliberalismo en los noventa como último eslabón del proceso de reorganización nacional.

jueves, 13 de febrero de 2014
Revolviendo estantes sin uso de mi biblioteca en donde se amontonan aquellos viejos libros en desuso, libros que se aburren compitiendo cual atrae más polvo a sus páginas, me re encontré con un pequeño libro maltrecho por el constante uso que tuvo durante mi secundaria. Un libro que debe haber pasado por las manos de cualquier chico que hoy este rondando los treinta y más años aun: “Breve Historia de la Argentina” de José Luis Romero.

La curiosidad y el conocimiento que tengo hoy de la ideología de este historiador me llevaron a comenzar a ojear varias de sus páginas, sobre todo desde el 43 en adelante. Entre muchas frases y afirmaciones que hace el autor sobre el Peronismo  en el capitulo XVIII: La República de Masas (1943-1955) decido resumirlas en dos que son abarcativas al objetivo de esta aproximación:

 “El fallecimiento de Eva Perón en 1952 constituyó un duro golpe para el  régimen.” Pag.202.

“…la vieja conspiración militar comenzó a prosperar y se preparó para un golpe que estalló el 16 de junio de 1955. La casa de gobierno fue bombardeada por los aviones de la Armada, pero los cuerpos militares que debían sublevarse no se movieron y el movimiento fracaso.” Pag.203.

El primer ejemplo no deja de hacerme ruido el uso de la palabra régimen para hacer mención de un gobierno democrático, palabra que usa asiduamente en todo el segundo gobierno de Juan Domingo Perón, sin siquiera detenerse a justificar el porqué de tal afirmación, dando por entendido que no se vivía en una democracia. No vamos a discutir, por ahora, si el Perón fue o no autoritario, y si tuvo o no decisiones que proscribieron a sus detractores. Lo que si me animo a afirmar y mantener en cualquier debate que muchas veces se utiliza de forma errónea ciertas afirmaciones criticar a un gobierno que se mantuvo firme contra los embates altaneros de las oligarquías nacionales en sumisión a los intereses imperialistas de turno, y aclaro que esa forma errónea es totalmente consciente por parte de los detractores de un movimiento que logro darle conciencia de pertenencia y de fuerza como grupo social a las masas.

El segundo nos muestra en todo su esplendor como la historia oficial borra de un plumazo y sin culpas la terrible masacre causada contra el pueblo argentino, no solo bombardearon la casa de gobierno, sino la Plaza de Mayo en su totalidad, con la consecuencia de una terrible masacre de gente trabajadora que se encontraba en ella. En todo el texto se pasa ese accionar violento por arriba, como si nunca hubiera existido, para seguir el análisis conservador que hoy se tiene este libro.

Ahora yo me pregunto, cuantas generaciones fueron educadas con estos preconcepto, cuantos fuimos adoctrinados ideológicamente. De estos ejemplos podemos encontrar miles en los textos de estudios de la década del noventa para atrás. Hoy escuchamos cotidianamente las mismas falacias peyorativas como verdades absolutas contra el periodo de gobierno que ya lleva doce años ininterrumpidos, comenzado por Néstor Kirchner y continuado por Cristina Fernández de Kirchner. Ambos accedieron al poder por elecciones y mandato popular, en el caso de Cristina por muy amplia mayoría, y sin embargo hemos perdido la cuenta que cuantas veces fue tildado de autoritario, dictadura, fascismos y hasta nazismo. y me es imposible no ver un hilo conductor entre estos textos y la liviandad con que erróneamente se utilizan terribles afirmaciones contra un gobierno elegido en democracia con mayoría popular abrumadora.

Estas son las consecuencias directas de un plan que nos quieren ocultar, un plan de vaciamiento cultural, que anuda al proceso de reorganización nacional con los diez años de neoliberalismo encarnados en las dos presidencias de Menem y en el desastre de la Alianza ¿Tema aparte lo de Menem en la historia algún día será equiparable a la traición de Urquiza al Federalismo?

Hoy estamos brindando como sociedad muchas batallas. Porque tenemos un gobierno y una sociedad con voluntad política y conciencia de la fuerza necesaria para plantarse. Un gobierno con errores y aciertos seguramente, pero con el objetivo firme de que los cambios y logros que obtuvo el pueblo no se vean esfumados ante una ofensiva de la oligarquía, como lamentablemente siempre sucedió en nuestra historia.



El frente abierto contra Clarín tener mucho que ver con esta lucha,  es desenmascarar a quienes ejercieron y siguen ejerciendo su poder en mantener el vaciamiento cultural de una nación, en que la clase media defienda los intereses de la burguesía rentista, y vea en un prójimo o en las clases bajas a un enemigo en vez de lo que verdaderamente son, un igual. 

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