jueves, 18 de junio de 2015

Ni una menos

jueves, 18 de junio de 2015

Lo sucedido el 3 de junio fue una muestra de cómo un reclamo de género termina convirtiéndose en un reclamo de la sociedad en su conjunto que se interpela sobre parámetros culturales vigentes pero arcaicos, y en la necesidad de cambio, de maduración, de igualdad.

La violencia de género sobre las mujeres, en un acto de posesión sobre ellas, es cultural, es producto de una sociedad machista que se repite de generación en generación.

“El algo habrá hecho” tan lamentablemente vigente que señalo a los desaparecidos  durante décadas, hoy señala a las mujeres que sufren femicidio. Si, me tomo el atrevimiento de la comparación, porque las construcciones culturales e ideológicas que llevaron a ese pensamiento son las mismas que llevan a culpar a las víctimas y defender a los victimarios, por eso para lograr los cambios culturales superadores como sociedad lo primero y primordial es visibilizar el problema. El 3 de junio fue eso, fue visibilizar el problema, fue un punto de partida, fue comprometer a todos, sin importar genero, en buscar cambiar a la sociedad machista vigente.

El 3 de junio la sociedad no marcho solo en contra de la golpeadores, asesinos, de la violencia de género (que no es poca cosa) también marcha reclamando a un estado que se haga carga, que cumpla mínimamente las leyes, por una sociedad que no justifique la violencia en los actos de las mujeres, por una justicia que proteja y defienda a quien es agredida y no que luego de recibir una agresión física, deba recibir una agresión psíquica por quienes deben contenerla y protegerla.

Si como sociedad no nos interpelamos y nos exigimos compromiso, es imposible exigírselo al estado. Los estados cambian bajo la presión de las sociedades, de lo contrario se mantienen rígidos. Hoy vivimos un periodo de constante efervescencia popular,  de constante dialogo, en donde la sociedad interpela, apoya, rechaza, se manifestó, en donde el estado le es imposible ser rígido y debe amoldarse constantemente.

Ni una menos es un grito junto a muchos gritos que están luchando por que los reconozcan, luchando por sus derechos a ser libres, a ser reconocidos como individuos plenos de derecho. Como no gritar junto a “ningún pibe nace chorro”, aquellos que también sufren la discriminación y cosificación del estado y el poder judicial tanto como las víctimas de violencia de género.

Ni una menos también es un llamado de atención. En una década de grandes ampliaciones de derechos, aun falta, falta mucho. Falta legislación, falta políticas educativas sin las cuales es imposible lograr un cambio de paradigma cultural, falta el derecho al aborto, falta dejar de mirar para otro lado y pensar “por algo será” / “algo habrá hecho”.

Reafirmo, Ni una menos no es solo una marcha, es el principio de un camino que debe recorrer una sociedad que quiere superarse y dejar atrás actos culturales que denigran y nos hacen estancarnos, retroceder. Las MUDAS dejaron de callar.

 

Muda

 

Ante un silencio impuesto

forzoso

el aire que respiramos

duele.

 

El silencio no nos habla

nos grita

nos señala con una pregunta incomoda.

 

No encontrar tu mirada

transmite la desesperación

de estar sola.

 

Tu presencia

corre las cortinas del sistema,

nos zambulle en un mundo

donde la certeza no existe .

 

Ahora

por fin que  te vemos

irse no sirve.

 

Algunas puertas

cuando se abren

son transparentes.

 

Tu no estar

es la dura presencia

de saber que seguís estando

donde no sabemos.

 

La pregunta

no tienen fin en una respuesta,

tiene trágico final

y nos desnuda la helada piel.

 

martes, 16 de junio de 2015

SCIOLI, EL CANDIDATO

martes, 16 de junio de 2015

Se acercan las definiciones sobre las listas, y suena fuerte la posibilidad de una lista de unidad con Scioli como único candidato del Frente para la Victoria.  Y una posible lista única en la gobernación de la provincia de Buenos Aires con Randazzo como posible candidato a Gobernador. De darse esta ecuación, quedaría reflejada la idea del  Kichnerismo de ir con todo y por todo.

Se sabe y se siente que una victoria en primera vuelta está cerca, se respira en el aire. EL gobierno volvió (nuevamente) a tomar las riendas de la economía, y hasta el Banco Mundial tuvo que cambiar su predicción por una mejoría en la actividad económica para el próximo año, que se percibe desde ahora. Tomo las riendas de la inflación y sin escuchar las recetas neoliberales, fiel a la independencia de decisión sobre el plan económico, sigue avanzando.

Foto: Ante la posibilidad fehaciente, con o sin PASO, de Scioli como candidato siento internamente un conglomerado de contradicciones. Hace dos años en una unidad básica de La Campora escuchaba con firmeza “Scioli es el enemigo”, hoy quienes afirmaban aquella frase y muchos más que lo pensaban se preparan para con su militancia llevar a “ese enemigo” a la presidencia.

Foto: el 26 de julio de 2011 presencie la inauguración del mural a Evita sobre el ministerio de acción social. Una imagen me quedo grabada que luego se la describí a mi padre, Scioli al llegar se bajo antes del automóvil, y mientras su seguridad se desesperaba ante tal accionar inesperado, la gente se agolpo a su alrededor con una efervescencia que ningún otro invitado al palco recibió.

Foto: Año 2013, se organiza la segunda jornada del Instituto Gestar en Entre Ríos, Urribarri es el anfitrión. Participan todos los gobernadores Peronistas menos  Scioli que  no es invitado, y se reafirma el apoyo a Cristina Fernández como guía del movimiento.   Era el peor momento entre el gobernador y la Casa Rosada.

Hoy Scioli tiene en sus espaldas de todos aquellos gobernadores que ayer lo apartaban,  hoy Scioli tiene a sus espaldas la llave para mantener al FPV en el gobierno, Cristina lo sabe, y Scioli sabe que ella lo sabe. Al mismo tiempo Scioli sabe que necesita de Cristina para ganar y gobernar. Quien escribe se anima a afirmar que no ve en Scioli un corajudo a lo Nestor quien apenas asumió de la mano de Duhalde salió a pelearle poder hasta correrlo de la escena partidaria del Peronismo.

Como he dicho en una entrada anterior, Scioli asegura la victoria, pero nos deja un tendal de dudas  sobre si nos asegurara el proyecto. Mi voto esta con el FPV, con dudas, con críticas, con interrogantes, pero consiente que otra opción es retroceso, es votar en contra de todo lo que defiendo día a día de estos doce años. Se votara, pero sabiendo que esta mucho en juego, y en donde la militancia y el pueblo debe seguir movilizándose en defensa de los logros y en lucha por mucho mas, por todo lo que falta.

martes, 2 de junio de 2015

# Ni Una Menos

martes, 2 de junio de 2015

 
Porque si digo presente a un pedio concreto de justicia, el cual comparto y apoyo plenamente, y no dije presente a un pedido abstracto de justicia, indefinido, que estuvo acompañado a la reciente muerte del fiscal Nisman.

Desde siempre considere a las convocatorias con un mensaje indefinido, como el de “marcho porque quiero justicia”, como peligrosos.  Como marchas que esconden lo que verdaderamente piden. Yo no marcho por la “justicia” abstracta e indefinida, marcho por UNA justicia con identidad política y definida, concisa.

Yo no marcho por una justicia vacía en defensa del status quo, marcho por una justicia por los que la necesitan, por las minorías, por las injusticias, por los desposeídos. Una justicia que mantiene las injusticias del sistema, del estado y de la sociedad, no es la justicia por la que yo marcho.

El 3 de junio la sociedad no marcha solo en contra de la golpeadores, asesinos, de la violencia de género (que no es poca cosa) también marcha reclamando a un estado que se haga carga, que cumpla mínimamente las leyes, por una sociedad que no justifique la violencia en los actos de las mujeres, por una justicia que proteja y defienda a quien es agredida y no que luego de recibir una agresión física, deba recibir una agresión psíquica por quienes deben contenerla y protegerla.

Ni una menos no es solo una marcha, es el principio de un camino que debe recorrer una sociedad que quiere superarse y dejar atrás actos culturales que denigran y nos hacen estancarnos, retroceder. Ni una menos es un pedido de justicia real y concreto, palpable, es basta de injusticias que dejan marcas de sangre.

 
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