viernes, 17 de febrero de 2012

tarde de lluvia

viernes, 17 de febrero de 2012
Tarde de lluvia. Camila atenta pegada a la ventana me señala el agua que cae. Feliz juega con la perra a ver quien se queda con la mejor ubicación. Me mira y me explica asombrada ante un descubrimiento único en su vida, que el agua cae sobre la vereda, y como m moja el auto.

Suena un trueno, un relámpago ilumina el cielo gris. Ella se acerca lentamente, yo me agacho y me abraza. Me guiña con una sonrisa y vuelve a su lugar en la ventana. Yo me relajo, que lindo es saber que mi hija me cuida de los truenos.

Autor: Pablo Campos

lunes, 13 de febrero de 2012

saltar de estrella a estrella

lunes, 13 de febrero de 2012
De chico, cuando era de noche, me encantaba saltar de estrella a estrella.
¿Cómo? Esperaba a que mis padres se acostaran y todas las luces de la casa estén con sus ojos cerrados para acercarme sigilosamente a la ventana de mi pieza. Mirar al cielo
y de un brinco llegar a la estrella mas cercana. El resto era fácil, ya fuera de mi casa sin que nadie se entere comenzaba a saltar alrededor de mi casa de estrella a estrella jugando carreras con la luna..
Ahora de grande, tengo noches, que me encantaría estar frente a aquella pequeña ventana, para brincar a la primera estrella que se asome en la noche,  volver a ser niño y jugar con la luna por unas horas.
Como se que ya no paso por aquella pequeña ventana espero cada noche después de acostar a mi pequeña hija, cuando la casa esta oscura y silenciosa y yo con el oído atento. Espero feliz escuchar unos pequeños pasos y una ventana que se abre, y con los ojos entrecerrados ver a mi hija saltar a la estrella mas cercana.  

Autor: Pablo Campos

viernes, 10 de febrero de 2012

POEMAS SIN NOMBRE NI TITULO

viernes, 10 de febrero de 2012
Para este fin de semana comparto con ustedes estos simples versos sin nombre ni titulo, cada uno debe apropiarse, llenarlo de sus sentimientos y suspiros. Buen fin de semana


Me inflo el pecho
siempre que recuerdo mis primeros besos
aquellos llenos de inocencia y magia,
pequeños besos
tímidos,
ritos de iniciación
que habrían las puertas
a un mundo que nos llamaba,
cada uno de aquellos besos
es un recuerdo de ternura
que siempre guardo en mis suspiros.

***

en un pedazo de tierra seca
y con la fuerza de las palabras y la música
sembraste una pradera
y un bello árbol de poesía
que nos trajo un poco de sombra y paz
a la dureza de la vida

***

Como extraño
esa enseñanza de vivir un suspiro
como si fuera toda una vida,
esa compaña de amor
en tu mirada,
tu sencilla presencia
que hoy
deja un vacío

Autor: Pablo Campos

miércoles, 8 de febrero de 2012

nadie nos enseño que cosa era la patria

miércoles, 8 de febrero de 2012
Nadie nos enseño qué cosa era la patria.
Eso que Camus le hace pensar a Jan, en El Malentendido, y lo obliga a decir que es el deseo de volver a la casa, a la Madre. Eso que en boca de personajes franceses no nos asombra, pero que nosotros no entendemos para nosotros, que nos revuelve porque pensamos en banderas verticales y resolvemos en sudores más o menos agresivos o compungidos, cuando lo referimos a la Argentina. Eso que en la boca de Jan entendemos perfectamente, pero que nos suena a chatarra ganaderil cuando la invocamos en el silencio de de nuestras soledades y nos sentimos - se sienten - despreciados, ignorados, manoseados por la grande Europa, por la divina Norteamérica. Y por la estrecha y sucia Sudamérica. Ignorados por el pastor de las montañas suizas. E ignorado por el pastor de la Puna boliviana. Nadie nos enseñó qué cosa era la patria. Yo la he buscado donde llegaba mi mano. Pero mi mano llegaba demasiado cerca. Me llevaba hasta las palabras de Lugones, por ejemplo. Pero Lugones me mostraba una patria que no existe. Que ni siquiera sé verdaderamente que haya existido jamás. Una patria que me parece inventada en la polvareda de un malón, o en la trastienda de un mercero andaluz en la vieja calle Victoria. Lugones me hablaba de una patria escondida en la grandiosa epopeya de Guemes o en la sabiduría burilada de sus montañas de oro. Tampoco me alcanzaba para llegar más allá de ese Borges que tampoco me mostró mi patria. Porque me la escamoteaba en alguna memoria enciclopédica, me la enturbiaba de pudor, como los cristales de un anteojo viejo y mal colocado sobre la nariz ridícula de un judío asesinado en Buchenwald. Y como Borges no le gustaba la patria verdadera, se inventó otra de uso particular y privado, llena de rabinos inexistentes o malevos descrenchados. Y cuando la creí descubrir en un coche donde Quiroga viajaba al muere, o en la pared rosada de un almacén suburbano, resulta que Borges la había arrumbado despreciativamente en el Museode Luján, y al almacén lo había echado abajo para comprarse un libro sobre las sagas vikingas del siglo XII.

Fritos y Pasteles
Césareo Bernardo de Quiros 1881-1968

extracto del cuento "Fritos y Pasteles", de Martín Campos
El Almanaque. Editorial Sudestada. Bs As 1969

"los jueces con billetes se pueden comprar"



ALIKA - Revista ¿Todo Piola? numero 13 sopt n 7

lunes, 6 de febrero de 2012

El reparador de sueños

lunes, 6 de febrero de 2012
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