Entender
los procesos políticos de cualquier país no son sencillos, quien diga lo
contrario miente. Son complejos como son complejos los movimientos que las
sociedades dan a través de la historia. Y quienes quieran creer que el Kichnerismo/Peronismo
se termino luego de la derrota en el ballotage que dio vencedor a Mauricio
Macri lamento informarles lo erróneo que
están. El peronismo es un movimiento político social nacionalista burgués y
como tal representa un ideal que aun hoy está vigente en las capas trabajadoras
argentinas. En setenta años a sufrido proscripciones, muertes, golpes de
estado, prohibiciones, y no han podido quitarlo del centro de la escena
política argentina Pero eso no significa que sea invencible, y como tal puede
ganar o perder una elección, pero seguirá manteniendo aquel ideal. A veces nos
dejamos llevar por los ideales y no vemos que los líderes son personas, con
aciertos y errores. Cristina como líder tuvo ambas cosas, tuvo aciertos, tuvo
errores, pero, nadie le va a poder negar que durante 8 años fue la líder que
represento un ideal social más justo y solidario y que en el futuro seguirá
ejerciendo ese rol, rol que le puso el pueblo y que el 9 de diciembre se vio
reflejado en un gran abrazo en la plaza de mayo, muchos (yo incluido)
seguiremos afirmando que ella ocupe ese lugar de líder. Las grandes
transformaciones sociales, son con el pueblo, pero necesitan de un líder que
logre interpretarlo, no cualquiera puede ocupar ese lugar y no siempre surgen
personas con estas cualidades.
A un mes de aquella despedida, que
fue todo menos despedida, y viendo el
atropello sistemático contra nuestros derechos, contra nuestra identidad,
contra nuestra visibilidad y sobre todo contra el derecho de expresarnos; a un
mes seguimos en la calle, seguimos en las plazas, seguimos en la Ex ESMA, en el
AFSCA o donde la lucha nos llame, seguimos abrazándonos y poniendo el
cuerpo. Nos creían derrotados, porque aun, a setenta años del nacimiento de
este bello movimiento peronista, seguimos
siendo los orgullosos herederos de las montoneras, de los cabecitas
negras, de los invisibilidades, de un pueblo orgulloso de ser nacional,
popular y latinoamericano.
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