Carlos Terribili |
LA INTERMINABLE LUCHA
Aunque nadie se queje,
siento que están cansados.
Han pasado la vida topando con la muerte.
Han crecido
y han muerto ante mis ojos.
Yo siento entre los huesos el peso de la guerra.
La interminable lucha,
la continua guerrilla,
ha gastado mis manos.
Estoy viejo.
Veo el cansancio resbalando los ponchos,
subiendo hasta los ojos.
A lo ancho de mi alma
he perdido las voces compañeras,
el galope de mis mejores hombres,
mis amigos.
Pero cada día,
a pesar de la muerte y la derrota
cuando atravieso el llano
un nuevo montonero,
pobre,
casi desnudo,
desarmado,
se me arrima.
No estoy solo.
La sangre de la tierra me acompaña
Horacio Salas / El Caudillo
Editorial Pleamar. 1966. Bs As
0 comentarios:
Publicar un comentario