No hay horas ni tiempo. Sólo es verdad el vuelo
de la imagen, el aleteo brusco
de la voz entumecida, manantial incesante
que fluye enloquecido, sin pausa ni retorno
a través del estrecho laberinto del alma.
Nada existe. Nada se mide aquí ni se calcula.
No ahuecan recipientes ni básculas oscilan.
No parpadean grifos, ni señalan caminos.
Aquí estás solo. Aquí, estás solo.
Y sólo aquí comienza a crecerte la vida
o a reventar tu muerte.
Martín Campos
"Desde un Vasto Recuerdo"
Editorial Cuadernos del Siroco - 1961
Lectura Poesía
Hace 1 mes
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