lloraste en la tarde gris,
ellos, se fueron dejando en silencio la ciudad.
Hoy, Buenos Aires nos hizo
un hueco para la nostalgia,
y un tranvía con tos ronca
se escapo del olvido.
Nos animamos a una última vuelta
veinte poemas de gala subieron
y de contrabando te lleve,
no podías faltar.
Pablo Campos
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