Jorge Giles en su columna de hoy en El Argentino supo encontrar las palabras a la cantidad de análisis y conjeturas payasescas e irrisorias que circulan por los medios desde y sobre el discurso pronunciado por Hebe de Bonafidi, titular de Madres de Plaza de Mayo, el pasado martes en el acto frente a Tribunales por la vigencia de la nueva ley de radiodifusión.
El discurso pasional de Hebe de Bonafini, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, en defensa de la ley de medios de la democracia, puede gustar o no gustar, compartirse o no.
Crédito Foto: Charly Díaz Azcué / INFOBAE |
En un país libre como el nuestro, cualquiera tiene derecho a decir: “ese discurso no me gusta”.
O bien, decir todo lo contrario.
Pero cuando habla Hebe la derecha no critica “amablemente”, sino que se revuelca en su propio lodo y dispara a granel: “está desquiciada hace rato”, como dijo Macri.
“No encuentro en todos los años de democracia ejemplos de semejante atropello y desatino” lo siguió el radical Ernesto Sanz, para agregar: “está en duda su real estado psicofísico”.
“Mirá quién habla” diría mi Vieja.
Ambos opositores deberían saber que del cinismo, como del ridículo, no se vuelve. Mientras en la ciudad los estudiantes tomaban sus escuelas para no morir aplastados por una viga del techo, el jefe del Pro se paseaba por Europa junto a su novia, bronceado, acusado y procesado por asociación ilícita.
Al jefe del radicalismo habría que preguntarle si no cree que su afirmación respecto a que los pobres se gastan la Asignación Universal por Hijo en la timba y las drogas, no es más violenta y miserable que el discurso que hoy condena.
Se distanciaron tanto de la historia de este pueblo, que terminaron por llamarla a Hebe de la misma forma que la llamaron los dictadores: las locas de Plaza de Mayo.
Cuando habla Hebe no mata ni secuestra a nadie, no tortura ni encarcela, no llama a la violencia ni convoca a la venganza. Tampoco roba niños.
Nota completa aqui.
Pero como siempre, el grupo Clarin prefiere ocultarse en una defensa ante que palabras y modos usa o no usa Hebe de Bonafidi para desviar el verdadero problema.
De los representantes de la derecha amiga de las oligarquías y de los golpes militares es esperable y no sorprende a nadie, hasta se dan el lujo de denunciarla ante la justicia, la misma que durante mas de 20 años le negó y dio la espalda.
Es hora de que la justicia aprenda, como uno de los tres poderes esenciales del estado, y acepte que el pueblo tiene todo el derecho de demostrar sus ideas y pensamientos y de reclamar hechos de las misma forma que a reclamado frente a la casa de gobierno como al senado.
Y que la Corte Suprema mas allá de sus acciones debe aceptar que representa a una institución que lamentablemente tiene en sus filas muchos resabios que responden a intereses corporativos y oligarcas desde antes de la vuelta a la democracia, que se han ocupado de encajonar miles de causas sobre delitos de lesa humanidad. Y este es el echo concreto que le da la idoneidad intelectual a Hebe de Bonafidi para decir lo que dijo y como lo dijo.
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