Fuente: ECuNHi
Miércoles 16, 18 hs.
Gala de inauguración muestra de artes visuales. Entrada gratuita.
Gala de inauguración muestra de artes visuales. Entrada gratuita.
AMÉRICA PROFUNDA - HOMENAJE A RODOLFO KUSCH
Héctor Chianetta - Vitrales y esculturas de vidrio y hierro
Héctor Chianetta - Vitrales y esculturas de vidrio y hierro
En la inauguración de la muestra, obra de apertura: Quinientos años y algo más. Danza: Gabriela Ayala. Interpretación de los poemas y montaje: Faustino Flores. Música: "Tribal Perú" y "Chacaltaya". Poemas de Armando Tejada Gómez.
La muestra se podrá visitar desde el 16 de marzo hasta el 16 de abril, de lunes a viernes, de 14 a 20 hs., con entrada gratuita.
Productor General de la Muestra: Eduardo Garza. Curador: Eduardo Félix Valdes. Montaje: Rudy Carril. Colaboradores: Stella Ávila, Dante Chianetta y Claudio Posse.
Palabras sobre el trabajo de Héctor ChianettaEl templo imaginario que Héctor construye con pasión de alquimista se completa con algunos grandes vitrales que nos introducen en su apasionada cosmogonía zigzagueante entre lo político y lo religioso. Hay algo de pedagogía del vitraux gótico que nos impone un tiempo de lectura y una mirada atenta; dejémonos llevar por el encantamiento de ese rayo misterioso que penetra la obra de Héctor Chianetta. Daniel Santoro, artista plástico
En los vitrales de Chianetta, Evita aparece llegar por fin a traducciones alternativas, que la acercan a otro estado de su propio mito. A un rompecabezas de cristal que forma una figura litúrgica y está siempre en la inminencia de recuperar su condición áspera, escindida, desencajada. Horacio González, sociólogo e investigador, director de la Biblioteca Nacional.
Vemos y sentimos la luz que derraman estos vitrales y esculturas. Están tratando de forjar la luz. Han puesto su espíritu a navegar? En esta época es de un valor inconmensurable; está tallado en cada pincelada que Héctor ha fijado a fuego en sus vidrios. Carlos Herzberg, escultor y maestro en el arte del vidrio
América profunda"La montaña tiene su Pillen", es decir, su Espíritu, nos dicen los mapuches. "Es el Apu de la montaña", escuchamos en quechua. "Toda materia tiene su Espíritu", agregarían los monjes vitralistas junto a los ancianos sabios del Oriente. En casi todas las culturas podemos ver que los ríos, los cielos, los bosques, las piedras están vivas. Son mucho más que su mero aspecto físico, una materia cuantificable y clasificable en leyes. Son presencia sagrada. Al incursionar en las artes milenarias del vitral como en la cerámica americana también vivimos esa intensa comunión del hombre con los elementos de la Madre Tierra. El vidrio y la arcilla jugando con el agua y el fuego. Los colores surgiendo de los óxidos de los metales y la tierra. El hombre siendo coparticipe de la expansión de la vida en el Universo. La razón inclinándose frente al misterio: la gran danza del cosmos viviente.
Sin embargo, una cultura con su maravilloso conocimiento material, su fascinante avance y su complejo de superioridad -Occidente, cima de la civilización- desacralizando la naturaleza, redujo a la tierra a un recurso económico. Un ser vivo quedó preso en una categoría científica. Esta visión no es compartida por la mayoría de las cosmovisiones. La realidad no se puede encapsular ni manipular. Es inasible y por lo tanto, libre. Por ello vivimos en un sistema tecnocrático que prioriza lo mental-racional reprimiendo las facultades más sensibles. Así corporizó en un mundo artificial de números y etiquetas los fantasmas del inconsciente del hombre y sus instintos de autodestrucción. Asistimos hoy al choque de la civilización tecnológica que se expande agresivamente, arrasa las demás culturas y destruye el planeta: catástrofes atómicas, ruptura de los ritmos cósmicos, calamidades ambientales, depredación y agotamiento de los recursos naturales, destrucción de la biodiversidad, muertes en guerras locas, miseria vergonzante, despersonalización e invasión a la intimidad, manipulaciones genéticas y patentamiento de la vida, robo del alimento de los pueblos.
En este contexto, la muestra América profunda se sumerge en los símbolos de Eva Perón y del maíz, redescubriendo una nueva -y vieja, a la vez- sensibilidad espiritual y política que despierta desde el corazón de América buscando neutralizar las tendencias autodestructivas dominantes y tanteando un nuevo camino: una ampliación de la conciencia que selle una nueva alianza del hombre con la madre tierra.
Esta sensibilidad forma parte del movimiento nacional y popular de la Argentina, ya que éste hunde sus raíces en la América profunda -con cinco mil años de tradición-: la de indios y cabecitas negras, la de cholos y grasitas.
Revolucionemos la noción de revolución alcanzando una espontaneidad nunca antes conocida. Hay que resacralizar la vida. O, en el fondo, tal vez de lo que se trate sea de alcanzar una nueva inocencia...
Héctor Chianetta - Escultor y vitralista
Sin embargo, una cultura con su maravilloso conocimiento material, su fascinante avance y su complejo de superioridad -Occidente, cima de la civilización- desacralizando la naturaleza, redujo a la tierra a un recurso económico. Un ser vivo quedó preso en una categoría científica. Esta visión no es compartida por la mayoría de las cosmovisiones. La realidad no se puede encapsular ni manipular. Es inasible y por lo tanto, libre. Por ello vivimos en un sistema tecnocrático que prioriza lo mental-racional reprimiendo las facultades más sensibles. Así corporizó en un mundo artificial de números y etiquetas los fantasmas del inconsciente del hombre y sus instintos de autodestrucción. Asistimos hoy al choque de la civilización tecnológica que se expande agresivamente, arrasa las demás culturas y destruye el planeta: catástrofes atómicas, ruptura de los ritmos cósmicos, calamidades ambientales, depredación y agotamiento de los recursos naturales, destrucción de la biodiversidad, muertes en guerras locas, miseria vergonzante, despersonalización e invasión a la intimidad, manipulaciones genéticas y patentamiento de la vida, robo del alimento de los pueblos.
En este contexto, la muestra América profunda se sumerge en los símbolos de Eva Perón y del maíz, redescubriendo una nueva -y vieja, a la vez- sensibilidad espiritual y política que despierta desde el corazón de América buscando neutralizar las tendencias autodestructivas dominantes y tanteando un nuevo camino: una ampliación de la conciencia que selle una nueva alianza del hombre con la madre tierra.
Esta sensibilidad forma parte del movimiento nacional y popular de la Argentina, ya que éste hunde sus raíces en la América profunda -con cinco mil años de tradición-: la de indios y cabecitas negras, la de cholos y grasitas.
Revolucionemos la noción de revolución alcanzando una espontaneidad nunca antes conocida. Hay que resacralizar la vida. O, en el fondo, tal vez de lo que se trate sea de alcanzar una nueva inocencia...
Héctor Chianetta - Escultor y vitralista
Héctor ChianettaNació en la ciudad de Buenos Aires. Discípulo del escultor Carlos Herzberg, participó de diversas exposiciones desde el año 2002: Alianza Francesa; invernáculo mayor del Jardín Botánico y Arte en la Recova de Posadas, entre otras. Entre sus muestras se destacan "Evita, el vuelo de una mariposa", Biblioteca Nacional; "EL cielo está en la tierra", Museo Evita; "Evita canta al hombre nuevo", Salón de los Pasos Perdidos, Congreso La Plata; "Evita", Salón de los Pasos Perdidos, Congreso de la Nación; "La ronda infinita", Bicentenario de la Patria, Carpa de las Madres de Plaza de Mayo. Contacto:hchiann@yahoo.com
2 comentarios:
Che hablando del ecunhi, tendría que ir a la ESMA en la visita guiada, todavía me lo debo
tenes que ir!
Yo fui hace unos años y la verdad es muy interesante y duro a la ves. Te admito que en algunos lugares te da un escalofrió, porque el recorrido y la historia que te van contando va siguiendo el mismo recorrido de la gente que chupaban los milicos.
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